Colombia está llena de historias de valentía y lucha por la independencia, y hoy vamos a hablar de un héroe no solo para Colombia, sino también para Venezuela: Atanasio Girardot. Uno de esos militares que pasó a la historia por ser más que un militar.
El comienzo de Girardot
Su historia comienza el 2 de mayo del año 1791 en San Jerónimo, Antioquia. Manuel Atanasio Girardot Díaz, hijo de un comerciante y minero francés, y de una antioqueña de pura cepa. Durante su juventud inició sus estudios en la Universidad del Rosario, en Bogotá, y para 1810 ya tenía su título en Leyes en el bolsillo. Sin embargo, ese mismo año, más allá de haber obtenido el título, consiguió ser teniente de un batallón, empezando así a dar los primeros pasos del camino que el destino le tenía preparado.
Como era de esperarse debido al contexto en el que vivía, Girardot se unió a la lucha independentista en su tierra natal, metiéndose de lleno en una expedición que tenía como misión apoyar a la Confederación de Ciudades. Además triunfó en batalla frente a Miguel Tacón, el realista contra el que se enfrentó en la batalla de Bajo Palacé.
Otra de las grandes batallas, y una de las hazañas más recordadas fue la que llevó a cabo en río Palacé, donde con tan solo 75 soldados a su disposición, logró vencer a 700 hombres del ejército enemigo que intentaron desalojarlos del lugar. La valentía y la estrategia fueron la clave de esa victoria, y también fueron dos características que siempre acompañaron a Girardot.
Su crucial papel en la independencia
Entra en escena Antonio Nariño, quien gobernaba en ese entonces, y gracias a él, Girardot obtiene un merecido ascenso y sube de rango como capitán. La responsabilidad era grande pero no sería ni mucho menos la más grande, y si ya antes estaba demostrando gran capacidad de liderazgo, ahora llegarían nuevos retos que le exigirían todavía más de sí.
Para sorpresa de nadie, Atanasio Girardot se terminaría cruzando con Simón Bolívar en Venezuela, donde sería nombrado comandante de las tropas de las Provincias Unidas de Nueva Granada. Unido al libertador en la lucha por la independencia, empezó a ser una pieza clave en el ejército de Bolívar, ocupando ciudades y venciendo al ejército realista.
El Sacrificio Final de Atanasio Giradot
Al igual que pasa con muchísimos soldados, la historia de Atanasio también tiene su final emotivo. Girardot, junto a Bolívar, luchó en distintas batallas, y el 30 de septiembre de 1813 lucharía en su última batalla. El ejército realista y los refuerzos enemigos asediaron al ejército patriota. Bolívar ordenó a varias tropas, entre las que se encontraban las de Girardot, combatir al ejército enemigo, pero a pesar de que tuvieron éxito en su misión, una bala de un fusil alcanzó al Coronel Girardot durante la batalla de Bárbula. Este fue el sacrificio final de su servicio como militar, uno que tanto los venezolanos como los colombianos valoran mucho.
Hoy en día, numerosos lugares, calles, instituciones y unidades militares han sido nombrados en conmemoración de Atanasio Girardot. Por ejemplo, en la ciudad de Medellín se ubica el Estadio Atanasio Girardot. Asimismo, en los terrenos del Palacio Municipal de Girardot en Maracay, Venezuela, se erige un busto dedicado a su memoria. En Naguanagua, lugar de su fallecimiento, existe un monumento erigido en su honor.
Siempre es importante valorar a estos héroes colombianos; es gracias a su sacrificio que hoy en día podemos disfrutar de la libertad que tenemos. Si quieres conocer a más personajes históricos de Colombia, visita nuestro sitio web.
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